PRESCOMAR/ESPIRITU DEPORTIVO. Comenzaba el Real Zaragoza con ganas e ilusión de agradar a sus aficionados en la disputa del Trofeo Memorial Carlos Lapetra – Ciudad de Zaragoza ante una pobre entrada en el Estadio Municipal de La Romareda con no más de 3500 aficionados que vieron la derrota del Real Zaragoza ante el Villarreal en los últimos siete minutos del encuentro.
Si alguien fue protagonista del encuentro, sin lugar a dudas fue el canterano Adán Pérez, quien anotó el gol de los maños y volvió a pedir sitio en un equipo en el que incomprensiblemente, no parece tener hueco. Y por el Villarreal destacó el exzaragocista Cani, quien fue el más peligroso durante la primera mitad del encuentro.
Precisamente fue el conjunto “groguet” quien lo intentó en primera instancia, a los 3 minutos, con una triple ocasión que hizo emplearse a fondo al guardameta local Óscar Whalley en una demostración de agilidad y reflejos del canterano. En el minuto 7, Cani, el hombre más peligroso de los visitantes, realizó una grandísima internada por banda izquierda, pero su centro fue a parar nuevamente a las manos de un muy inspirado Whalley.
No fue hasta el minuto 10 cuando despertó el Real Zaragoza, con una buena combinación de Fernández y Álamo, con centro de este último que no llega a rematar nadie en área pequeña. El Zaragoza lo seguía intentando y el trabajo de presión de Adán Pérez, inconmensurable también en tareas defensivas, hace que robar varios balones al Real Zaragoza. En uno de ellos, David Muñoz se internó en el área de Asenjo pero no supo definir con claridad ante el meta del submarino. Al Zaragoza se le fundían los plomos en ataque.
Pero como si de un perfecto electricista se tratase, Adán Pérez, quien si no, “enchufó” un potente remate a la red para adelantar en el marcador al Real Zaragoza. El canterano había estado a punto de marcar tras un pase de la muerte de Álamo al que no había llegado por pocos centímetros, y segundos después no desaprovechó un balón muerto al borde del área pequeña y su disparo, fuerte, se estrelló en la red sin opciones para Sergio Asenjo.
Lo siguió intentando el Real Zaragoza hasta el descanso, y pudo ampliar su ventaja en una buena acción individual del juvenil Muñoz, que desvió a córner en un grandioso escorzo el guardameta visitante Asenjo.
En la segunda mitad, el Villarreal lo intentaba por activa y por pasiva aunque el Real Zaragoza, que parece que va encontrando su seña de identidad no se amilanaba ante las afrentas castellonenses, e incluso estuvo a punto de ampliar la ventaja en varias ocasiones, siendo la más clara una de Barkero (que había sustituido a Adán Pérez) que no supo batir al guardameta Juan Carlos.
La ocasión del donostiarra, espoleó a los visitantes, estirando las líneas amarillas, lo que sirvió para que Barkero conectase al espacio con el recién incorporado Kilian, que cayó dentro del área tras haber superado al portero con un recorte, pero el colegiado no estimó que hubiese habido penalti, y además amonestó al atacante blanquillo, ante las protestas airadas de la grada.
El Villarreal, con once cambios realizados, se mostraba más fresco en el terreno de juego y fruto de ello llegó el empate. El ex zaragocista Uche, empataba el encuentro en el minuto 83 tras una asistencia de Cherysev y en el 89, el talaverano Espinosa, a pase del propio exjugador del Real Zaragoza, anotaba el defitinivo 1 a 2 para el Villarreal recogiera el trofeo y para que La Romareda despidiera con una ovación al nuevo Real Zaragoza. Un Real Zaragoza que ilusiona.