La Sociedad Deportiva Huesca no pudo brindar un triunfo a su afición en el último partido de la temporada en El Alcoraz que, sin embargo, vivió una auténtica fiesta.
Después de una semana de celebraciones por la ciudad, El Alcoraz echaba el telón a una temporada que quedará grabada para siempre en la historia de la Sociedad Deportiva Huesca.
La afición oscense poblaba las gradas dispuesta a seguir con la fiesta, que contó con un inesperado invitado. El Nàstic llegaba a Huesca con la obligación de ganar para no verse en una situación crítica en la última jornada. Y, pese a que las mejores ocasiones fueron para el equipo de Rubi, un gol de Uche en el segundo tiempo daba los tres puntos a los catalanes.
Tras el encuentro, los jugadores del Huesca saltaron uno por uno al césped donde recibieron el caluroso cariño de una afición entregada y que ya espera, con ilusión y ganas, a la Primera División.