Miguel Gallego (Fuentes de Ebro, 9/1/1998) participará con España en el Mundial de Baloncesto Sub-21 para sordos que se disputará en Washington del 7 al 14 de julio.
Cuando una persona padece una enfermedad, sea cuál sea, la vida le empieza a poner barreras que dificultan su día a día, metas o sueños. Pero Miguel Gallego es el puro ejemplo de que las barreras se las pone uno mismo:
Él, ha sobrepasado todas para ver cumplido el sueño que cualquier deportista tiene desde pequeño: jugar un Mundial con la selección. Este fuentero perdió la capacidad auditiva cuando apenas tenia 40 días de vida: “Nací siendo oyente, pero en una operación de estenosis hipertrofica de píloro me quedé sordo”, explica Miguel, al que se le hizo un implante coclear con dos años que no funcionó. Con cinco, le pusieron el que lleva actualmente.
Hasta los 10 años, Miguel no empezó a practicar baloncesto: “Fue en quinto de primaria. Quería pasar un rato con mis amigos y hacer deporte. Así que me apunté y descubrí que me gustaba jugar”. Miguel fue subiendo categorías en el equipo de su localidad, el Club Baloncesto Fuentes, y en la actualidad forma parte de la plantilla que juega en Tercera División.
Pero, ¿Cómo surge la posibilidad de ir con el combinado nacional? Miguel, que nunca había jugado con personas sordas, nos lo cuenta: “Todo empezó por medio de ASPANSOR (Asociación de Padres de Niños Sordos de Zaragoza). Contacto con la Federación Española de Deportes para Sordos ya que buscaban a sordos para jugar al baloncesto y me apetecía apuntarme para probar una nueva experiencia, que es jugar con gente sin audición”. Fue entonces cuando Miguel acudió al CAR (Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat) donde se llevó a cabo la concentración de pre-selección de cara a ese Mundial que se disputará en Washington (Estados Unidos) mediante la disputa del Campeonato de España de Baloncesto para Sordos.
Miguel, que jugó con el CD Sordos Castellón, no desaprovechó la oportunidad y convenció a los seleccionadores para entrar en la lista final: “Aún lo estoy asimilando…pero es un nuevo que superar. Quiero crecer como deportista”, apunta. Este éxito, se lo dedica a su “familia, al Club de Baloncesto Fuentes, a ASPANSOR, a la gente que vive en mi pueblo…y también a los profesores que he tenido. Se lo agradezco por creer en mi”.
Miguel manda un mensaje que rebosa optimismo y ambición: “En mi opinión, lo principal es no tener miedo, ni límites para hacer lo que más te gusta. Si puedo dar un consejo, es que con trabajo y esfuerzo todo se consigue”. Y él, lo ha conseguido.