GUILLERMO COSCOLLA / ESPÍRITU DEPORTIVO. El técnico del Real Zaragoza, Ranko Popovic, salió en Mendizorroza con dos delanteros algo nunca visto desde su llegada.
Recordando a Victor Muñoz, Popovic probó con Willian José y Borja Bastón con la intención de superar el muro formado por Laguardia – Jarosik. No solo sorprendió con dos delanteros, en donde no hubo química entre ambos, sino que en el plano táctico también emuló a Victor Muñoz con un 4-4-2 que difícilmente quiera volver a repetir.
La idea de dos delanteros fue atrevida, arriesgada, osada, pongan el calificativo que quieran pero fue una buena intención del serbio que fiel a su filosofía no se arrugó y como en todos sus partidos salió con el mayor potencial arriba posible. En el banquillo no se guardó ningún hombre de peligro.
También fue valiente apostar por ambos, puesto que los dos jugadores estaban amenazados de cumplir sanción si veían una amarilla, y que a la vez llevó a contradecirse al propio Popovic cuando semanas atrás dijo que no jugarían Borja y Willian juntos teniendo los dos 4 amarillas. Pero de nada sirvió apostar por los dos porque no se entendieron el uno con el otro y volvió a quedar en evidencia que la idea de dos puntas en el sistema de juego del Real Zaragoza no da buenos frutos.
Aunque ya se vio en el Real Zaragoza, a principio de temporada jugar con dos puntas, Popovic quiso probar ese “invento” y comprobó que no funciona y es que en el mundo del fútbol la frase “lo que funciona es mejor no tocarlo” se cumple a la perfección. La situación del equipo aragonés no permite hacer innovaciones aunque, es cierto también y conviene destacar, que la situación actual del equipo con los lesionados hace que poco más puede hacer Ranko Popovic.
Para el próximo encuentro, el once que deberá montar Popovic volverá a ser distinto al de Mendizorroza y se podría decir, sin miedo a equivocarse, que quizás menos técnico y de menor calidad. Y es que las 8 bajas con las que llegará al encuentro contra la Llagostera, le hará con mucha probabilidad preguntar a César Laínez con que jugador del filial puede contar. No estarán ni Jaime, Basha, Rubén, Galarreta, Rico, Whalley y Bono y Mario de llegar, llegarían justos.
Semana para pensar y mucho en la cabeza de Ranko Popovic y su segundo Vlado Grujic, que deberán demostrar por segunda vez en lo que llevan al frente del Real Zaragoza, que sus jugadores saben reponerse de estos partidos y que perder ante el Alavés es algo que no se puede cambiar pero sí olvidar con una victoria ante la Llagostera y ante su afición. Una afición que volvió a arropar a su equipo en Vitoria y que a pesar de la goleada vasca, despidieron a sus jugadores con aplausos y gritos de ánimos. Porque saben que Zaragoza nunca se rinde.