LUIS VALLEJO/ESPIRITU DEPORTIVO. Me iba a echar a la cama, estaba cansado, fastidiado, no podía dejar de pensar en el repaso que nos acababa de dar el Betis y que nos manda prácticamente a segunda.
Pero de repente me di cuenta de que no era el primer día que me había ido así a dormir. Me llevaba pasando meses, incluso años. Algo hay en el Real Zaragoza, ese club que me hizo sentir orgulloso con ese 6-1 al Madrid, la goleada al Barça o la Copa del Rey que yo le había visto ganar, algo había que no me cuadraba. En un par de años, pasamos de luchar por la Copa del Rey a caer en primera ronda, de luchar por entrar en Europa, a intentar mantener la categoría, de tener a Diego Milito en la delantera, a tener a Marco Pérez. Y el problema no está abajo, sino arriba, casi tocando el cielo, parece Dios ya que solo le he visto en imágenes y no se deja ver nunca, pero solo lo parece. Ese señor es un tal Agapito Iglesias, la causa de mis días con pena, tristes, sin ganas de hacer nada mientras veo como el club de mi ciudad, el primero del que oí hablar se desangra sin médico que le atienda. Al Zaragoza le habían diagnosticado un cáncer, del que tardará mucho tiempo en recuperarse.
Todo comenzó, hace 7 años y 3 días exactamente, día en el que esta persona compró el club. Todos éramos optimistas, niños, padres, periodistas, aficionados… Pero luego vimos como aquel sueño de un Real Zaragoza en Europa se desvanecía.
Yo seguía con ojeras, mucho sueño, no me dejaba dormir esta situación. Han pasado los años y lo único que ha conseguido este señor, lo único ha sido un descenso, lo único. No pido títulos, no pido la Champions, solo pido estabilidad y un proyecto. Eso sí, él ya me ha demostrado que no entraría en mis planes, jamás.
Para acabar, solo darle todo mi apoyo al Movimiento Avispa, los cuales están intentando acabar con mi desvelo. Sin nuestra ayuda, la afición, no lo lograrán. Ayudémos a echarle de NUESTRO Real Zaragoza, juntos podemos.
Sígueme en Twitter: @lvallejocolom