ESPIRITU DEPORTIVO. El Corredor Verde de Zaragoza, levantado sobre el antiguo haz ferroviario de la línea Zaragoza- Teruel-Valencia es una realidad tras completarse la instalación del mobiliario urbano a lo largo de la segunda fase del bulevar, de 1,2 kilómetros de longitud y 264.216 m2 de superficie, cuya obra civil concluyó a finales de junio.
La obra íntegra (es decir, la suma de la primera y de la segunda fase), conecta Miralbueno, Oliver y Valdefierro –desde la carretera de Logroño hasta la de Madrid y el Canal Imperial de Aragón– y ha transformado la escena urbana a lo largo de 2,6 kilómetros de longitud, con una anchura variable desde los 31,5 hasta los 64 metros, lo que supone haber actuado en una superficie de 330.000 metros cuadrados y haber asumido la realización de importantes obras de infraestructuras viales, que han multiplicado los accesos a Valdefierro, y Oliver. De esta manera, se ha mejorado la penetración a la ciudad por la carretera de Madrid, y se han transformado las traseras degradadas de los barrios por los que transcurre.